Morelia, Michoacán, 23 de may.- A un día de la masacre son muchas las dudas en torno a lo sucedido en el Rancho El Sol de Ecuandureo, Michoacán, la tardía explicación del comisionado nacional para la seguridad, Monte Alejandro Rubido, ha generado más dudas que respuestas, en un nuevo caso que vuelve a poner en tela de juicio la honorabilidad de las fuerzas armadas del estado mexicano.
A continuación enlistamos algunas de las dudas más notables acerca de lo que pasó en realidad en Ecuandureo, pues desde las primeras horas de la noticia, se ha generado gran excepticismo, alentado también por los antecedentes y el contexto actual en México.
1. Versión oficial genera excepticismo
La agencia AP, la misma que desató gran parte del escándalo de lo que pasó en Tlatlaya, es una de las que ha comenzado a cuestionar la versión oficial de lo que pasó en el Rancho El Sol de Ecuandureo, citando el testimonio de varios especialistas, quienes se cuestionan los hechos, comparándolos con el “largo historial gubernamental de fabricar y alterar secenas de crímenes y batallas”.
Así lo publican este sábado Eduardo Castillo y Katherino Corcoran, quienes entrevistan a especialistas como Guillermo Trejo de la Universidad de Notre Dame y Alejandro Hope, experto nacional de seguridad, quienes coinciden que la falta de información, genera zonas de oscuridad en la versión oficial, que dan pie a la especulación.
De entrada resulta también un misterio el motivo real por el cual estaban en el lugar los federales; Rubido informó que acudieron al lugar debido a un reporte de que un comando armado se había apoderado del rancho; no obstante la agencia AP revela un reporte de un oficial entrevistado el día sábado, y quien afirmó que el rancho había sido usado como casa de seguridad del Cártel Jalisco Nueva Generación, por al menos dos años.
Es decir, el reporte de robo que indicó Rubido, ¿se hizo dos años después de haber sucedido?, o en realidad el gobierno federal ya sabía lo que estaba pasando en ese lugar desde hace tiempo, y realizó un operativo dirigido y enfocado en el rancho; lo cual viene a contradecir la versión del descubrimiento casual.
De igual forma CNN, afirma que se trató de una operación realizada en el marco de la accidentada Operación Jalisco, lo cual fue afirmado también por Rubido, quien aún no aclara como es que ya sabían que quienes estaban en el rancho, pertenecían al tan renombrado cártel de Jalisco.
2. Desigual número de muertos.
De igual forma está siendo ampliamente cuestionado como es posible el número de decesos tan bajo de parte de las fuerzas federales, más aún considerando la afirmación del comisionado Rubido, quien señaló que los policías fueron emboscados por los presuntos sicarios; resulta un enigma como es que solo un policía murió, mientras que del otro bando fueron 42 las bajas; a pesar de que contaban presuntamente con un arsenal de armas largas, granadas, lanzacohetes, y demás.
Este mismo mes un combate entre sicarios y fuerzas federales dejó más muertos del lado de los uniformados que de los sicarios del mismo cártel con su origen en Jalisco, por lo que resulta un misterio el cambio en el balance final.
3. Porque no hay heridos.
Algunos líderes de opinión como Epigmenio Ibarra, también se cuestionan los hechos; el periodista, afirma haber cubierto muchos conflictos bélicos y armados en otras partes del mundo, y jamás haber encontrado un caso de un grupo policial tan “mortal” como el mexicano, quien asesina a todos sus enemigos, sin dejar heridos.
Y es que en un conflicto entre dos bandos, lo más normal es que se registren heridos, no obstante genera gran intriga porque todos los presuntos criminales resultaron muertos, sin que se registren heridos en la refriega. La ejecución extrajudicial, también podría explicar este misterio.
Rubido habló solamente de dos heridos, no obstante de acuerdo a su versión de la muerte del policía federal, al menos uno de los heridos sería también policía, con lo que se concluye que no hubo más de un herido del bando de los criminales, practicamente la totalidad habrían sido certeramente asesinados, a excepción de los 3 detenidos.
4. No hay testigos
En España también miran con excepticismo la versión, oficial, el diario El País, publica un artículo titulado “La batalla invisible del Rancho del Sol”, a la cual califican de esa forma, por el hecho de que no hay hasta el momento testigos del enfrentamiento.
Nadie, ni en Tanhuato ni en Ecuandureo, escucharon ni siquiera los balazos, afirman los periodistas que firman la nota, quienes realizaron un recorrido por la zona, buscando algún testigo que hubiera notado algo del enfrentamiento.
Y aunque es cierto que el rancho, estaba en las afueras de la población más cercana, resulta desconcertante que sí hubo testigos que denunciaron un olor fétido proveniente del rancho, lo cual corrobora, que sí hay gente que pasa lo suficientemente cerca del rancho como para notar algo así.
Así se expone en el diario local Provincia, donde se describe que el mismo día de ayer, gracias a una denuncia de olor fétido en el rancho El Sol, se encontró el cadáver de una persona semi enterrada en el lugar, lo cual viene a generar aún más preguntas.
5. Porque el tan extendido silencio oficial
De igual forma resulta un misterio porque las autoridades se negaron a dar su versión oficial de los hechos, sino hasta muchas horas después del enfrentamiento.
Desde la tarde se encontraba ya en Michoacán el gabinete federal de seguridad, incluido el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; no obstante fue hasta la noche del viernes, que finalmente se atrevieron a dar una versión de los hechos.
El anunció también se hizo lo más espontáneo posible; este equipo estuvo solicitando información acerca de la conferencia de prensa, misma que fue ocultada, y lanzada solo para los medios que se encontraban en el lugar, de una manera intempestiva y sin responder los múltiples cuestionamientos de la prensa.
Ni siquiera el lugar preciso fueron capaz de aclarar; durante horas circularon versiones de que la masacre había sucedido en el municipio de Tanhuato, siendo que en realidad sucedió en la alcaldía de Ecuandureo.
6. Lluve sobre mojado
Con el contexto actual, en el que las fuerzas de seguridad mexicanas, han sido ampliamente cuestionadas incluso internacionalmente, por sus abusos cometidos; uno esperaría una explicación clarificante que no deje dudas acerca del accionar policial o militar; no obstante, las autoridades huyeron de la sala de prensa del hotel de Zamora, escondiendo la cara, ante los múltiples cuestionamientos que inevitablemente se generan.
“La inseguridad y la violencia en el país son producto de una cadena de omisiones e irresponsabilidades atribuibles a las autoridades federales, estatales y municipales, las cuales, desde el sexenio antepasado y hasta el primer año del presente, han faltado a sus tareas y obligaciones fundamentales de garantizar la vida, la integridad física, el patrimonio y el libre tránsito de la población; han permitido la infiltración de la delincuencia organizada en las corporaciones de seguridad pública de los tres niveles y han abandonado a su suerte a la población ante el embate de esos grupos”, publica LaJornada en su editorial de este sábado, aludiendo a la desconcertante situación actual.
7. Alteración de la escena del crimen
De igual forma comienzan a circular las evidencias de que la escena del crimen fue manipulada; uno de los primeros ejemplos que están circulando en redes sociales, es una fotografía de la agencia AP, donde uno de los cuerpos se ve tirado, ejecutado, y sin ningún arma cerca; posteriormente, circuló otra fotografía, donde el mismo cuerpo, en el mismo lugar y la misma posición; ya tiene un arma de grueso calibre debajo del brazo. ¿Quién está intentando alterar la escena del crimen?
De igual forma generan inquietud algunas imágenes donde se ve a alguno de los fallecidos con el brazo roto, como si hubiera sido sometido, antes de ser ejecutado.
También genera gran excepticismo otra imagen donde se ve a un joven desnudo ejecutado; ¿en verdad este muchacho estaba combatiendo a las fuerzas armadas de México en calzoncillos?
Raúl Flores Durán
Huellas.mx
